Multa aparcamiento
Se disparan las multas por aparcar en sitios reservados para personas con movilidad reducida.
En el Área Metropolitana de Barcelona hay más de 137.000 personas con discapacidad reconocida, alrededor del 8,5 % de la población. Para atender esta realidad, el Ayuntamiento permite solicitar la tarjeta de aparcamiento PMR y, en casos necesarios, una plaza reservada frente al domicilio o lugar de trabajo.
A pesar de estas medidas, persisten problemas como el uso fraudulento de tarjetas o la ocupación ilegal de las plazas, lo que obliga a reforzar la vigilancia y a promover mayor conciencia social. Cada vez que una plaza reservada es ocupada sin derecho, se limita la movilidad y la independencia de quienes realmente dependen de ella.
Que todos entiendan que un ‘solo un momento’ tiene consecuencias reales.
El reto no consistía únicamente en señalar que lo que estaban haciendo era una infracción, sino en encontrar una forma de generar empatía y reflexión en los conductores. Queríamos ir más allá de la sanción económica tradicional, buscando una acción que realmente despertara conciencia, fomentara la responsabilidad social y promoviera el respeto hacia quienes dependen de estos espacios en su vida diaria.
La multa que no cuesta dinero, pero sí hace pensar.
La idea detrás de esta acción no es castigar ni señalar con el dedo a quienes aparcan en plazas reservadas, sino invitarles a reflexionar: ‘¿Qué pasaría si yo fuera quien necesitara este espacio?’ Con este gesto buscamos generar incomodidad, suficiente para que los conductores se pongan en el lugar de otros. El objetivo es despertar empatía, visibilizar la falta de respeto que supone ocupar estos espacios y, sobre todo, fomentar una conciencia real sobre la importancia de respetar las plazas para personas con movilidad reducida.
Intervenimos coches mal aparcados con multas que despiertan conciencia.
La activación de la campaña consiste en intervenir directamente los coches mal estacionados con una ‘multa ficticia’ que simula el formato oficial de las multas de Barcelona. La diferencia es que, en lugar de un tono sancionador, estas multas incluyen copies creativos y mensajes que invitan a la reflexión, combinados con datos reales sobre el impacto de ocupar plazas para personas con movilidad reducida.
Dupla: Lucía Díaz y Sarah Balagué